La crisis de UNASUR desde el constructivismo: Identidades, narrativas y el colapso de la integración suramericana

Abstract

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), símbolo de integración regional, colapsó entre 2019 y 2021 tras la salida de seis países (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Paraguay y Perú) y el surgimiento de iniciativas rivales como el Foro para el Progreso de América del Sur. Este declive, tradicionalmente explicado por factores materiales o económicos, en esta investigación va más allá, profundizando en los elementos ideacionales como la ruptura de las identidades colectivas y las normas compartidas que sostuvieron el proyecto. La tesis analiza cómo la fractura ideacional y las narrativas políticas antagónicas condujeron a su crisis definitiva. Desde el constructivismo en Relaciones Internacionales, se argumenta que las instituciones dependen de significados socialmente construidos: UNASUR se mantuvo mientras existió una identidad posliberal basada en “autonomía regional, no intervención y prioridad de lo político”. La investigación sostiene que la crisis fue resultado de la fractura de la identidad colectiva de gobiernos integrantes como Brasil y Colombia, que se alinearon claramente a los intereses de Washington, deslegitimando a UNASUR, y de la reinterpretación de normas para abordar la crisis venezolana, lo que erosionó su cohesión. Además, los discursos políticos polarizados debilitaron la unidad institucional. Este estudio demuestra teóricamente que el colapso de UNASUR fue fuertemente influido por las ideas, identidades y narrativas; mediante una explicación constructivista. Nuestra investigación demuestra en el plano empírico que la polarización ideológica vació de significado a la organización, analizando documentos y prácticas diplomáticas. Este trabajo advierte que la integración regional es frágil en contexto de polarización y también sobre la necesidad de narrativas cohesionadoras. Esta investigación busca entender que la integración de otros proyectos como PROSUR reflejan un alineamiento con agendas globales además de una integración fragmentada, aportando claves para entender el futuro del regionalismo suramericano. Asimismo también enriquece debates teóricos al aplicar el constructivismo a las crisis institucionales, tradicionalmente analizadas desde enfoques materialistas.